Nos encantó este hotel dirigido por una familia. La habitación era tranquila y espaciosa, con un bonito balcón y un baño excelente. El personal era muy amable y la comida siempre fresca. La ubicación del hotel era perfecta, a pocos pasos de todo lo que necesitábamos en una zona maravillosa de la ciudad.

esta muy bien situado para visitar la zona,todo muy limpio,el desayuno estupendo,todo muy limpio,muy amables

nos hubiera gustado poder cenar en el hotel,pero para nosotros españoles ere demasiado (de 18.30 a 19.30)sobre todo,porque era todavia de dia y queriamos seguir viendo cosas.Otra vez sera,cuando podamos ir en otoño o invierno.

tiene camas cómodas y una caja fuerte, una nevera y un hervidor eléctrico en la habitación. el desayuno es abundante y fantástico tiene una buena elección de comida. el personal era excelente, muy bueno, gracias de verdad por tratarme tan bien. me ha encantado el ambiente del hotel, tranquilo.

Nos encantó la ubicación de este hotel! Estábamos rodeados de un paisaje impresionante en el valle y además, estábamos cerca de las pistas de esquí. El personal fue muy amable, especialmente el dueño, quien nos proporcionó toda la información que necesitábamos. Las habitaciones eran cómodas y las chicas de la limpieza eran muy agradables. El desayuno era perfecto, con una gran variedad de opciones. Además, la zona de la sauna era modesta pero tenía una sauna finlandesa, de vapor y de infrarrojo.

El único inconveniente fue que las almohadas en la habitación no eran muy cómodas, me destrocé el cuello.

Su gente y su entorno, así como las vistas.

La habitación familiar es muy amplia y confortable con unas vistas espectaculares. El entorno es maravilloso. Personal amable, buen desayuno y limpieza correcta. Lo recomiendo sin lugar a dudas

Las habitaciones son amplias y asequibles, con un balcón. El desayuno era delicioso. Me encantó tener una caja fuerte privada, una nevera y un hervidor eléctrico. La ubicación es perfecta y excelente, muy cerca del Friedensglocke Mosern. El hotel está impecable. El personal es servicial y muy atento.

La habitación barata y enorme tenía vistas excepcionales al río. La cama era cómoda y también disfrutamos del balcón, la mini nevera y el hervidor de agua. El personal fue muy amable y ofreció un servicio de primera clase. La ubicación era buena, con el Peace Bell in the Alps a una distancia que no era demasiado lejana. Además, hay un restaurante a solo 200 metros.